Playa terminal J.G.BALLARD (Fragmento)
La mosca
(Una mosquita zumba ahora alrededor de la cara del cadáver, y Traven piensa que ha bajado con el a la grieta. Se inclina hacia delante para matarla, y se le ocurre que este centinela minúsculo ha sido el compañero fiel del cadáver, que lo ha alimentado en cambio con los licores y destilaciones de los poros. Evitando lastimar a la mosca, Traven la anima a que se le pose en la muñeca.)
DOCTOR YASUDA: Gracias, Traven.(La voz es ronca, como si no estuviese habituada a la conversación.) En mi situación, ya entiende usted …
TRAVEN: Por supuesto, doctor. Lamento haber intentado matarla. Son viejos hábitos, como usted sabe, y es difícil librarse de ellos. Los hijos de la hermana de usted, en Osaka en 1944, las exigencias de la guerra … Odio invocar esa excusa, los motivos mas conocidos son tan despreciables, y uno busca entonces en lo desconocido con la esperanza de …
YASUDA: Por favor Traven, no se turbe usted. La mosca tiene la suerte de haber podido retener su propia identidad durante tanto tiempo. ¿Ese hijo que usted llora, para no mencionara a mis dos sobrinas y mi sobrino, no muere todos los días? Todos los padres del mundo lloran a los hijos perdidos de sus pasadas infancias.
TRAVEN: Muy tolerante doctor. No me atrevería …
YASUDA: De ningún modo, Traven. No trato de disculparlo. Al fin y al cabo cada uno de nosotros es poco mas que un magro residuo de las posibilidades infinitas e irrealizadas de nuestras existencias. Pero el hijo de usted y mis sobrinos estarán siempre presentes en nuestras mentes, con identidades tan ciertas como las estrellas.
TRAVEN (no del todo convencido): Quizá así sea, doctor, pero en el caso de esta isla la conclusión seria peligrosa. Los bloques, por ejemplo …
YASUDA: A eso precisamente iba a referirme. Aquí entre los bloques, Traven, ha encontrado al fin la imagen de usted mismo. Libre del tiempo y del espacio. Esta isla es un jardín del Edén ontologico. ¿Por qué trata de expulsarse a un mundo quántico?
TRAVEN: Un momento por favor. (La mosca ha vuelto a la cara del cadáver, y se posa ahora en una orbita, dando al rostro del buen doctor una expresión enigmática. Adelantando la mano, Traven consigue que el insecto se le pose en la palma). Bueno, si, estas casamatas pueden ser objetos ontologicos, pero no me parece que esta sea la mosca ontologica. Aunque es cierto que no hay otra mosca en la isla.
YASUDA: Traven, usted no es capaz de aceptar la pluralidad del universo. Pregúntese por que. Por que esto ha de obsesionarlo. Me parece que esta usted persiguiendo el Leviatán blanco, el cero. La playa es una zona peligrosa. Evítela. Muestrese usted de algún modo humilde. Busque usted la filosofía de la aceptación.
TRAVEN: ¿Puedo preguntarle entonces que ha venido a hacer aquí, doctor?
YASUDA: A alimentar a la mosca. ¿Qué mayor amor …?
TRAVEN (Todavía preocupado): Eso no resuelve mi problema. Los bloques, vera usted …
YASUDA: Muy bien ya que insiste …
TRAVEN: Pero doctor …
YASUDA: (PERENTORIO): ¡Mate Esa mosca!
TRAVEN: Esto no es un fin, ni un principio. (Resignado, ya sin fuerzas, mata la mosca, y cae dormido junto al cadáver.)
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